Tónica positiva del mercado laboral pese a la estacionalidad adversa del fin del verano
Sin sorpresas en el dato de afiliación a la Seguridad Social (S. S.) de agosto, que mantiene un notable ritmo de crecimiento interanual del 2,3%.
Sin sorpresas en el dato de afiliación a la Seguridad Social (S. S.) de agosto, que mantiene un notable ritmo de crecimiento interanual del 2,3%.
La inflación general de la eurozona fue del 2,1% interanual en agosto, mientras que la núcleo se mantuvo en el 2,3% por cuarto mes consecutivo. Los datos fueron acordes con lo esperado y reflejan una inflación virtualmente en el objetivo. Así, no ponen presión para que el BCE reajuste su política monetaria en su próxima reunión del 11 de septiembre (reunión para la que los mercados ven tipos sin cambios con un 99% de probabilidad).
La inflación general se mantuvo en agosto en el 2,7%, mientras que la inflación subyacente subió 1 décima hasta el 2,4%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Esta estabilización responde a dos efectos contrapuestos: la presión al alza ejercida por los carburantes, que se habría visto compensada por la contribución negativa de la electricidad y los alimentos. Tanto el dato de inflación general como el de inflación subyacente se encuentran en el rango esperado por CaixaBank Research.
Como esperábamos, y en una decisión ampliamente descontada por los mercados financieros, la Reserva Federal (Fed) mantuvo tipos en el rango de 4,25%-4,50%, prolongando por quinta vez consecutiva la pausa que inició este año. La Fed considera que las condiciones del entorno macroeconómico, con una inflación encima de objetivo y un mercado laboral en equilibrio, requieren unos tipos “moderadamente restrictivos”, lo que justifica mantenerlos a los niveles actuales. Como la incertidumbre es todavía elevada, en especial sobre el efecto que tendrán los aranceles sobre la actividad y la inflación, Powell dejó la puerta abierta a cualquier tipo de decisión en las próximas reuniones en base a cómo salgan los datos de inflación y empleo durante el verano.
Según el primer avance publicado, el PIB estadounidense creció 0,7% intertrimestral (3,0% anualizado) en el 2T 2025, un notable contraste a la contracción de -0,1% del trimestre anterior. El desglose por componentes refleja que el rebote del PIB responde en gran medida a un efecto de reversión de la anticipación a los aranceles en el 1T 2025, con una caída en las importaciones que llevó a la demanda externa a ser el componente de mayor contribución al crecimiento del PIB.
El PIB de la eurozona creció un 0,1% intertrimestral en el 2T 2025 (0,6% en el 1T 2025), situando su avance interanual en el 1,4% (1,5% en el 1T 2025). El desempeño de las principales economías fue mixto, con ligeras contracciones en Alemania e Italia (-0,1% intertrimestral en ambos casos), y avances en Francia (+0,3%) y España (+0,7%).
La inflación general subió 4 décimas en julio hasta situarse en el 2,7%, y la inflación subyacente subió 1 décima hasta el 2,3%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. El aumento del indicador general responde a la subida del precio de la electricidad y, en menor medida, de los carburantes. Así, el componente energético impulsa la inflación al alza por segundo mes consecutivo. Tanto el dato de inflación general como el de inflación subyacente se encuentran en el rango esperado por CaixaBank Research.
El PIB creció con fuerza en el 2T 2025. El PIB avanzó un 0,7% t/t (2,8% a/a) en el segundo trimestre del año, un registro 1 décima superior al del trimestre anterior y que supera en 2 décimas la previsión en nuestro escenario.
El acuerdo estipula un gravamen general del 15% a los productos europeos, una cifra superior al 10% universal actual pero inferior al 20% anunciado el 2 de abril y a la reciente amenaza del 30%. A la espera de perfilarse otros detalles del acuerdo, se ha conocido que los automóviles enfrentarán un arancel del 15%, frente al 25% actual, y que se está negociando un sistema cuotas para los productos de acero y aluminio.
Anticipamos que la Fed nuevamente deje sin cambios los tipos de interés (fed funds en el rango 4,25%-4,50%). La pausa es una decisión ampliamente descontada por los mercados financieros pero que probablemente vea disidentes dentro del FOMC. Y es que, tras la reunión de junio, hemos conocido que dentro de la Fed hay divergencia de opiniones: por un lado, un grupo más cauto que anticipa solo una bajada de tipos este año o incluso ninguna; por el otro, un ala más acomodaticia que sigue proyectando al menos dos recortes. Sin embargo, anticipamos que la mayoría del FOMC se decante por continuar en pausa en julio. La Fed ya ha dicho en el pasado que una bajada o una subida de tipos, por sí sola, no tiene un impacto significativo en la economía, sino que lo relevante es la acumulación de incrementos o recortes. Con lo cual, no esperaríamos que la Fed baje los tipos hasta que esté segura de que podrá seguir haciéndolo en las próximas reuniones y, para eso, necesita una mayor claridad que, probablemente, llegará tras el verano, cuando tenga a su disposición más datos de inflación y haya vencido la tregua de los aranceles recíprocos.