La contundencia de las medidas lanzadas desde la primavera permite a la Fed estabilizar el impacto de la COVID-19 y acomodar la recuperación económica sin una necesidad apremiante de reajustar su política monetaria. EE. UU. sufrirá una recesión histórica en 2020 fruto del impacto de la COVID-19, pero el impacto no será tan acentuado como inicialmente preveía la Fed, por lo que es probable que la próxima semana la Fed mejore ligeramente su cuadro de previsiones.
De todos modos, en la reunión de la próxima semana no esperamos grandes cambios: los tipos de interés se mantendrán en el intervalo 0,00%-0,25% y la Fed continuará activa en los mercados con las compras de activos y los programas para garantizar una liquidez abundante (detalles en el anexo).