La inflación se situó en el -0,3% en junio, coincidiendo con el dato adelantado por el INE el pasado 29 de junio y 6 décimas por encima del registrado en mayo.
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La inflación de julio se situó en el -0,6% (-0,3% en junio). Con todo, el dato arroja una caída menor que la previsión de CaixaBank Research (-0,9%).
La inflación se situó en el -0,6% en julio, coincidiendo con el dato adelantado por el INE el pasado 30 de julio y 3 décimas menos que en junio. El tirón bajista de los precios de servicios hizo que la inflación subyacente (general sin energía y alimentos frescos) se moderase 4 décimas hasta el 0,6%. La subida de carburantes hizo que el dato fuera 3 décimas superior a la previsión de Caixabank Research.
La inflación fue del –0,5% en agosto, frente al –0,6% del mes pasado. El dato es 3 décimas superior a la previsión de CaixaBank Research (–0,8%).
La inflación aumentó 0,1 p. p. en septiembre, hasta el -0,4% y continuó la tónica de recuperación de los últimos meses, aunque permaneció en cotas negativas.
El IPC registró una variación interanual del -0,4% en septiembre (-0,5% en agosto).
La inflación bajó 0,5 p. p. en octubre, hasta el –0,9%, e interrumpió la tónica de recuperación de los últimos meses, situándose a niveles de mayo. El dato es 0,4 p. p. menor que la previsión de CaixaBank Research (–0,5%).
La inflación se situó en el -0,8% en octubre, un dato un poco menos negativo que el adelantado por el INE el pasado 29 de octubre (-0,9%), y 4 décimas menos que en septiembre. El tirón bajista de los precios de los servicios hizo que la inflación subyacente (general sin energía y alimentos frescos) disminuyera hasta el 0,3% (0,4% en septiembre). La caída de los precios de la energía (donde destaca particularmente el descenso de los precios de la electricidad) fue el principal factor para que el dato fuera 3 décimas inferior a la previsión de CaixaBank Research (-0,5%).
La inflación se estabilizó en el -0,8% en noviembre. El dato está en línea con la previsión de CaixaBank Research (-0,9%).
La inflación se situó en el -0,8% en noviembre, como adelantado por el INE el pasado 30 de noviembre, el mismo registro que en octubre. El tirón bajista de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas compensado por el aumento de los precios de la electricidad hizo que la inflación se mantuviera estable en noviembre. Las caídas de precios en la hostelería, ocio y cultura llevaron la inflación subyacente (general sin energía y alimentos frescos) a una disminución hasta el 0,2%, el nivel más bajo registrado este año. El dato está en línea con la previsión de Caixabank Research.
La inflación subió hasta el 0,6% en enero. El dato está por encima de la previsión de CaixaBank Research (–0,6%).
El rebote de la inflación de la eurozona en enero, tanto del índice general como del subyacente, ha sorprendido a los analistas, aunque los datos publicados por los institutos nacionales de estadística esta última semana ya apuntaban en esta misma dirección (en Alemania, Francia y España la inflación general fue del 1,6%, 0,8% y 0,6%, respectivamente, lo que supone aumentos de 2,3, 0,8 y 1,1 p. p. con respecto al mes anterior).
La inflación se situó en el 0,5% en enero, una décima menos que el valor adelantado por el INE el pasado 29 de enero y 1 p.p. por encima del valor observado el pasado diciembre. Esta subida de la inflación se explica en gran medida por los precios de la electricidad, que han reforzado este último mes la tendencia alcista observada en el último trimestre de 2020 (su variación se sitúa ahora en el 15,1% interanual vs. -6,5% en octubre). Asimismo, tanto los precios de los alimentos no elaborados como el de los carburantes también han empujado la inflación al alza, aunque en menor medida. Por otro lado, las variaciones negativas de precios en prendas de vestir y calzado han compensado de manera parcial el alza de los componentes mencionados anteriormente. Por su parte, la inflación subyacente (general sin energía y alimentos frescos) subió 5 décimas hasta el 0,6%, debido al menor ajuste en los precios de bienes industriales y al ligero aumento del precio de los servicios (frente a los descensos más fuertes observados un año antes). La publicación del dato está por encima de la previsión de CaixaBank Research.
La inflación se moderó hasta el 0% en febrero, 5 décimas por debajo del dato de enero. El dato está por debajo de la previsión de CaixaBank Research (0,3%). Aunque todavía no conocemos el detalle de la evolución de los componentes de la inflación, el INE destacó la caída de los precios de la electricidad, con un descenso más fuerte que el registrado hace un año, después de tres meses consecutivos de fuertes subidas. Esta corrección se vio reforzada por la moderación de los precios de servicios de alojamiento y de paquetes turísticos. En contraposición a estas bajadas, en febrero se produjo un aumento de los precios de los carburantes, frente al descenso registrado hace un año. De confirmarse estos datos, la inflación subyacente habría bajado 3 décimas respecto al dato de enero, situándose en el 0,3%.
La inflación de la eurozona se mantuvo inalterada mientras que la inflación subyacente se redujo del 1,4% en enero hasta el 1,1% en febrero. Una buena parte de la caída de la inflación subyacente se debió al desvanecimiento del efecto que tuvo en enero el retraso en las rebajas en algunos países de la eurozona. Así, la variación interanual del componente de los bienes industriales ha descendido en 0,5 p. p. hasta el 1,0%.
El incremento de la inflación general en febrero no ha sido una sorpresa. De hecho, en los próximos meses es de esperar un aumento de la inflación general hasta cotas que podrían superar el 3%, como consecuencia de un efecto base importante. Recuérdese que el índice de precios al consumo (el IPC) cayó de forma sustancial durante la primavera de 2020 como consecuencia de la COVID-19.
La inflación se situó en el 0% en febrero, como adelantó el INE el pasado 26 de febrero, y disminuyó 0,5 p.p. respecto a enero, lo que truncó la trayectoria ascendiente de los últimos meses. El descenso de la inflación se explica en gran medida por el comportamiento de los precios de la electricidad, con un fuerte ajuste a la baja en febrero, después de tres meses de fuertes subidas. La bajada de los precios de los alimentos elaborados y algunos servicios también contribuyeron a la moderación. En sentido contrario, los precios de los carburantes aumentaron, atenuando así la caída observada. La inflación subyacente (general sin energía y alimentos frescos) retrocedió 3 décimas hasta el 0,3%.
La Fed mantuvo sin cambios su política monetaria a pesar de que la mejora del escenario económico ha empezado a generar expectativas de reducción de los estímulos. Sin embargo, la Fed reafirmó que su actual prioridad es alcanzar el objetivo de máximo empleo (recordando que aún queda mucho terreno por recuperar en este aspecto). Además, reiteró que, mientras los datos no muestren lo contrario, el riesgo de inflación persistente (la Fed cree que su repunte será transitorio) seguirá en un segundo plano.
La inflación repuntó hasta el 1,3% en marzo (0,0% en febrero). Un cierto repunte era esperado, aunque el dato ha quedado por encima de la previsión de CaixaBank Research (0,6%).
El rebote observado en la inflación del mes de marzo se explica por el repunte del componente energético. Este componente, no obstante, no ha llegado todavía a su máximo anual y creemos que en los próximos meses registrará tasas interanuales todavía más elevadas (en mayo podría situarse por encima del 13%).