Capitalismo, en la variedad está el gusto

El capitalismo es el modelo económico no ya dominante sino prácticamente universal. Pero, ¿todos los países convencionalmente considerados como capitalistas, lo son?

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Álvaro Leandro
Àlex Ruiz
7 de julio de 2020
CaixaBank Research

EE. UU. y Alemania son muy distintos, es bastante obvio, pero comparten un rasgo común: ambos son países capitalistas. De hecho, si realizamos un rápido repaso al conjunto de países del mundo se acaba antes identificando a los que no son capitalistas, básicamente Corea del Norte y Cuba.1 Por tanto, el capitalismo es el modelo económico no ya dominante sino prácticamente universal. Siendo esto así, cuando se observa la realidad económica con más detalle, empiezan a surgir algunos interrogantes: ¿es realmente el mismo sistema económico uno en el que el despido libre es habitual (EE. UU.) que otro donde está fuertemente regulado (la práctica totalidad de Europa)? ¿Uno en el que el gasto público social asciende al 31% del PIB (Francia) y otro en el que apenas supera el 11% (Corea del Sur)? Y podríamos seguir, pero la duda parece justificada: en realidad, ¿todos los países convencionalmente considerados como capitalistas, lo son? La respuesta breve es que sí, la economía se puede organizar bajo formas institucionales muy diversas sin dejar de operar bajo la lógica del mercado. O, en otras palabras, el capitalismo puede tomar formas sensiblemente distintas sin alterar su naturaleza profunda.

  • 1. Los países nominalmente comunistas son más, pero en la práctica son sistemas híbridos, con elementos de capitalismo fácilmente identificables. Un caso paradigmático en esta línea sería Vietnam… o incluso Venezuela.
Economía de mercado liberal «versus» economía de mercado coordinada

Estas formas distintas se conocen, en la literatura académica, bajo la denominación de variedades del capitalismo. Se trata de una literatura cuya propia evolución ya ilumina sobre el tema que nos interesa y que es, tal y como planteamos en el artículo anterior del presente Dossier, la reflexión sobre las anomalías (bajo crecimiento, creciente desigualdad, etc.) que parece acumular el capitalismo. A nuestro juicio, estamos en mejor disposición de profundizar en este debate si somos capaces de identificar modalidades de capitalismo que están mejor preparadas para lidiar con estos problemas.

Pues bien, la primera gran distinción que ofrece esta literatura es bastante lógica, ya que postula la existencia de dos grandes variedades. La primera, que típicamente encarna EE. UU., es la que se denomina economía de mercado li­­beral y, como se aprecia en la primera tabla, está carac­­te­­ri­­zada por elementos como una mayor importancia de la coordinación a través del mercado, un ele­­vado grado de fle­­xibilidad laboral o un peso me­­nor de la regulación y de la intervención pú­­bli­­ca. La segunda se conoce como economía de mer­cado coordinada o también como «economía social de mercado». Dicha variedad se caracteriza, entre otros aspectos, por una coordinación menos mediada por el mercado, por un mercado laboral más regulado y por un mayor peso de lo público.2

  • 2. Véase Hall, P. A. y Soskice, D. (Eds.). (2001). Varieties of capitalism: The institutional foundations of comparative advantage. OUP Oxford.
Principales características de las variedades del capitalismo fundamentales
Un mundo de capitalismos diversos y en transición

Aunque atractivas por su sencillez, estas dos categorías pa­­recen excesivamente simplificadas, ya que es una estructura demasiado rígida para dar cabida a la multiplicidad de formas de capitalismo que se observan, en particular desde que, tras la caída del Muro de Berlín, pasa a ser el modelo productivo preponderante. Así, a medida que las antiguas economías comunistas transitan hacia diferentes modalidades del capitalismo y los procesos liberalizadores de las economías europeas en el marco de la UEM se aceleran, que la globalización se extiende e incorpora a más países y, finalmente, que se acelera la revolución tecnológica, se constata que las formas híbridas del capitalismo toman mayor importancia.

Así, es posible detectar variedades que comparten muchas de las características liberales, pero no todas (lo que llamamos economías de mercado cuasiliberales), u otras que se asemejan, pero con diferencias, a las economías sociales de mercado (las bautizamos como economías de mercado cuasicoordinadas). Además, una revisión del pasado más detallada demuestra que ha existido una variedad que se acostumbra a denominar economía con preponderancia estatal y que, caracterizada por un papel importante del Estado en los mecanismos de coordinación, ha sido relevante en ciertos países.

En definitiva, es posible utilizar esta literatura académica más reciente para construir una versión actualizada y con buena capacidad interpretativa del mundo capitalista existente.3 Concretamente, la taxonomía propuesta se construye a partir de una serie de variables que reflejan la disparidad de acuerdos institucionales que se pueden tomar para organizar una economía de mercado (por ejemplo, grado de protección del trabajador, importancia de los mercados financieros, relaciones laborales, etc.). Mediante un ejercicio de segmentación, se pueden identificar países cuyos indicadores en estos ámbitos se asemejan y, de esa forma, se proponen las cinco variedades del capitalismo antes comentadas: economías de mercado liberales, coordinadas, cuasiliberales, cuasicoordinadas y con preponderancia estatal (véanse los resultados en la segunda tabla).

Tal y como se aprecia en la segunda tabla con nuestra clasificación actualizada de países en las distintas variedades del capitalismo, destaca un crecimiento de variedades híbridas de este, a saber, las cuasiliberales y las cuasicoordinadas. En particular, es importante destacar que países típicamente coordinados han relajado algunos de sus aspectos más característicos mediante reformas que introducen elementos liberales. El caso más paradigmático de hibridación sería, seguramente, Alemania, que pasa de ser arquetipo de economía de mercado coordinada a serlo cuasicoordinada tras las importantes reformas liberalizadoras de la década de los 2000 (en particular, las llamadas reformas Hartz del mercado laboral, que lo flexibilizaron de forma significativa). Otro elemento interesante por destacar sobre las transiciones entre variedades es que desaparece la que denominamos economía de mercado de preponderancia estatal. En gran medida es el resultado del proceso de liberalización que se dio en economías como la española o la portuguesa en el marco de su plena integración en el mercado europeo y las subsiguientes privatizaciones que se dieron en la transición hacia la creación de la moneda única.

En resumen, si estas dinámicas son una representación razonablemente buena del mundo en los últimos 30 años, cuando el lector las repase, es posible que recupere algunos de los interrogantes que manejábamos en el primer artículo del Dossier. Así, ¿cuáles de estas variedades son capaces de generar, de forma sostenida, mejores ritmos de crecimiento? ¿Cuáles limitan en mayor medida la tendencia hacia la desigualdad? ¿Cuáles son más innovadoras? De forma paradójica, el mundo académico ha prestado relativamente poca atención a esta relación entre variedades del capitalismo y resultados económicos y sociales. Aunque hay alguna excepción,4 las preguntas relevantes para el ciudadano de a pie no han sido suficientemente estudiadas. Nosotros no podemos permitirnos el lujo de ignorar una cuestión tan relevante. Vayamos pues, en el siguiente artículo, a tratar de arrojar algo de luz en el ámbito de los resultados de las distintas variedades del capitalismo. Nos esperan algunas sorpresas.

  • 3. Véase Schneider, M. R. y Paunescu, M. (2012). Changing varieties of capitalism and revealed comparative advantages from 1990 to 2005: A test of the Hall and Soskice claims. Socio-Economic Review, 10(4), 731-753.
  • 4. Véase Acemoglu, D., Robinson, J. y Verdier, T. (2012). «Can’t We All Be More Like Nordics? Asymmetric Growth and Institutions in an Interdependent World». NBER Working Paper 18441. National Bureau of Economic Research.Working Paper 18441. National Bureau of Economic Research.
Variedades del capitalismo: países integrantes
Álvaro Leandro
Àlex Ruiz